El poder de la naturaleza es más fuerte que cualquier material indestructible.
Esto ha sido confirmado por científicos del departamento de ingeniería de la Universidad de Lancaster, que han estado desarrollando nuevas mezclas de cemento para su uso en el sector de la construcción.
La investigación confirma que agregar micropartículas extraídas de zanahorias y remolachas a una mezcla de cemento puede hacer que el material sea mucho más resistente, logrando excelentes niveles de durabilidad.
Las primeras pruebas dirigidas por el equipo de la universidad inglesa muestran que estas fibras vegetales mejoran considerablemente la resistencia del cemento y a un coste muy reducido. De hecho, uno de los principales objetivos de la investigación es experimentar con nuevas combinaciones de biomateriales para crear productos ecológicos y respetuosos con el medio ambiente a la vez que se reducen las emisiones de CO2 y el consumo de energía.
Esta nueva mezcla de micropartículas no solo es una gran mejora respecto de la producción actual de cemento en términos de características mecánicas y microestructurales, sino que también es capaz de reducir la cantidad de hormigón necesario para su propia producción. Construir con este material require un porcentaje menor de cemento, lo que permitiría que las emisiones de dióxido de carbono disminuyan en un 8% a nivel mundial.
Los investigadores afirman que, cuando se mezclan con hormigón tradicional, estas micropartículas a base de celulosa producidas en colaboración con la empresa escocesa CelluComp pueden aumentar la cantidad de silicato cálcico hidratado, que es la principal sustancia que confiere al hormigón su resistencia y durabilidad. Por lo tanto, pueden mejorar el rendimiento de todos los materiales de cemento, incluidos los derivados de recursos costosos como el grafeno y los nanotubos de carbono.
La sostenibilidad es un asunto muy importante y los investigadores están dando grandes pasos en la reducción del desperdicio y la emisión de sustancias dañinas tanto para las personas como para el planeta.
Se espera que en los próximos años se produzcan cambios en la mayoría de los campos para reducir considerablemente los niveles actuales de contaminación.