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En el panorama creativo de estos años postpandémicos, el resurgir de las curvas en la arquitectura y el diseño se pone al centro de la atención en diversas ocasiones, como una tendencia que impregna no solo el perfil estructural de los nuevos edificios públicos y representativos, sino también una nueva concepción que se abre paso en los proyectos de viviendas, en el interiorismo y en el mundo del mobiliario. 

La predilección por las líneas rectas, legado típico del modernismo del siglo XX, se está atenuando para dar cabida a una estética curvilínea, que transmite a la vista una sensación más envolvente y alegre. 

Varios arquitectos de renombre están redescubriendo el uso de los arcos tanto en las fachadas como en las zonas menos expuestas de los edificios, mientras que los interioristas desafían la convención de las habitaciones cuadradas para introducir paredes curvas, puertas de arco y muebles sinuosos

 

En este contexto, el mueble curvo, reminiscencia de los años 90 y, aún antes, del estilo de los 60, vuelve con una forma renovada, con un perfil sencillo y, al mismo tiempo, exagerado, naíf, casi caricaturesca, y con una textura y una ergonomía extremadamente suaves y acogedoras.

Esta predilección por las formas redondeadas responde a una búsqueda espontánea y profunda del confort y la comodidad, alimentada en parte por la pandemia, junto con un renovado interés en la arquitectura futurista de Frank Gehry y Zaha Hadid y la creatividad de Antoni Gaudí. 

No se trata solo una tendencia estilística, sino de una respuesta cultural y de estilo de vida que transforma los espacios en entornos más dinámicos y, al mismo tiempo, en refugios acogedores y reconfortantes. Descubramos juntos algunos de sus aspectos, rasgos típicos y ejemplos, tanto en arquitectura como en diseño.

 

 

Líneas curvas en arquitectura: influencias, elementos, ejemplos

Una de las principales influencias del regreso de las curvas a la arquitectura es la llamada de la naturaleza. Tras años de diseño basado en líneas netas, geométricas y racionalistas, las curvas ofrecen una alternativa que mira hacia un tipo de arquitectura más orgánica, que ya fue concebida y desarrollada por arquitectos como el finlandés  Alvar Aalto, por ejemplo en su Villa Mairea (sobre la que puedes leer más en nuestro artículo). En esta perspectiva, las formas curvas se inspiran en la belleza sinuosa de la naturaleza, desde las olas del océano hasta los perfiles de montañas, estableciendo una profunda conexión entre los espacios construidos y su entorno.

Otro tipo de perspectiva es la que utiliza las líneas curvas en arquitectura para crear espacios más audaces y dinámicos, que pueden suscitar sorpresa y asombro, transformando los edificios en dimensiones originales e icónicas, empezando por los ejemplos de Frank Gehry con el Museo Guggenheim de Bilbao y Zaha Hadid con sus diversas obras, entre ellas el Centro Heydar Aliyev de Bakú. Aquí, las curvas transmiten movimiento y crean efectos decorativos inesperados, desafiando la rigidez de las formas convencionales.

Por último, destaca la recuperación de los arcos en los nuevos proyectos arquitectónicos, como elementos que dan al espacio una gran sensación de valor y ligereza. Un ejemplo emblemático entre todos es el proyecto Cadence de Alison Brooks Architects en Londres, donde las curvas de Bézier generadas por ordenador enriquecen la estructura de un complejo residencial. Estos arcos, de altura variable, dan un ritmo y un movimiento únicos a la fachada, representando una armoniosa fusión de tecnología moderna y referencias históricas.

 

 

Líneas curvas en interiorismo: tendencias y características

El interiorismo se está transformando con la tendencia de las curvas, que no solo abarca la arquitectura, sino que también se aplica al mobiliario. Los muebles, como sofás y sillas de formas sinuosas, crean ambientes acogedores, combinando comodidad y diseño atractivo. Este estilo, bautizado como «puffy furniture» por British Vogue, responde a la creciente necesidad de espacios reconfortantes en nuestros hogares, en sintonía con los estilos de vida modernos que priorizan el bienestar doméstico.

Además, la actual búsqueda de curvas en el diseño se alimenta de una nostalgia contemporánea, quizá catalizada por la pandemia, que ha empujado hacia las formas redondeadas como fuente de confort visual y físico. Y, con esta perspectiva, los arcos también han vuelto al primer plano en los interiores, no solo como elementos tradicionales sino como herramientas visuales que suavizan las esquinas de los espacios, creando un equilibrio y una calidez distintivos. En este panorama, las curvas no son meros detalles decorativos, sino verdaderos elementos de atracción visual, que contribuyen a dar un toque de dinamismo y armonía a los interiores.